sábado, 2 de marzo de 2013

cuento moral I parte



Señoras y señores, les voy a contar una historia. No es una historia real, pero si la leen atentamente, verán que tiene un valor moral. Espero que les guste.
Corría por un prado verde. De repente divisé un payaso. Todo se iba tornando más y más oscuro, más lúgubre. Mis piernas seguían corriendo, de un  modo automático, fuera de mi control. Hasta que al final, me atrapó.
La intensa humedad de mi almohada empapada en sudor, me devolvió de golpe a la realidad. Busque ansiosa su reverso seco  con la esperanza de regresar al mundo de mis sueños, esperando esquivar esta vez sus recovecos más oscuros. Aunque la noche aun guardaba varias hora, esta vez no soñé.
En el camino hacia el instituto, no podía dejar de pensar en mi pesadilla. Eloísa, mi mejor amiga,   reparó en mi gesto distraído y preocupado, que era mayor de lo habitual. Con su mejor sonrisa de “sé que te pasa algo”, comenzó su habitual interrogatorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario